ufff que calor!!!

Todo parece un enorme espejo destellante que le rinde tributo obligatorio al astro rey, que desde las primeras horas de la mañana surge despampanante y glorioso. Llegó el buen tiempo y la gente empieza a cambiar. Las mujeres, todas, maduritas y jóvenes, feas y bonitas, grandes y pequenitas, reciben la licencia del calor para dar la bienvenida a los escotes, los jeans, los shorts, las faldas cortas, a los verdes intensos, amarillos brillantes, naranjas refulgentes, a un calidoscopio alucinante. No hay forma de escapar a su dominio. La vida parece hacerse más larga, estirarse lánguidamente y discurrir en movimientos lentos. Un molinillo de colores nos refresca y un helado de fresa se resvala entre los dedos…