No todos tenemos la ventaja de ser fotogénicos, pero no os alarméis, existen trucos para salir mejor.
No debemos asociar la fotogenia a los cánones específicos de belleza sino a ese “algo” que hace que la cámara capte tu expresión y refleje tus aspectos más atractivos.
“A mí no me saques fotos, no me gusto, tengo cara de pan, no soy nada fotogénica, me sale papada, se me marcan arrugas, vaya pose…” STOP, PARA… Ponle atención a los truquillos que os daré para ayudaros a mejorar y perder el temor al momento “Sonrie”
No puedes controlar completamente lo que haga el fotógrafo al momento de tomar la fotografía, pero sí puedes controlar lo que hagas tú.
Para empezar, pierde el miedo al enfrentarte a la cámara y sé natural.
Analiza en las fotos que tienes cuál es tu mejor perfil y si lo tienes, poténcialo, ladea sutilmente la cabeza.
Mira a la cámara ligeramente por encima de su lente e inclínala un poco hacia delante y la barbilla un punto hacia abajo. (su resultado es como un lifting de cuello natural)
Conquista la cámara. Qué no te de vergüenza.
Procura no cerrar los ojos durante los segundos de exposición, aprovecha para parpadear antes de que el fotógrafo vaya a disparar.
No fuerces la sonrisa, deja que sea natural. ¿Te gustan tus dientes? si es así, que se vean, si no mejor sonreír con la boca cerrada. Practica frente al espejo. Un truco para que tu boca no se vea forzada es colocar la lengua en el paladar con la punta detrás de los dientes y apretar, conseguirás una expresión neutra y natural, evitando que tus labios queden demasiado rígidos.
Relaja los músculos de la cara, para que no se vean tensos y forzados. No contengas la respiración cuando te vayan hacer una foto.
¡Cuidado! no exageres tú más con poses raras o artificiales, ya las fotos exageran de por sí. Piernas juntas, hombros hacia atrás y columna vertebral recta, para evitar dar una sensación de “chepa” para las mujeres hay la clásica colocación de modelo que no suele fallar, gira tu cuerpo ligeramente en diagonal a la cámara, con un pie delante del otro y un hombro a hacia el fotógrafo. ¡Cuidado con tus pies! que no queden ni hacia dentro ni hacia fuera.
Si te fijas, las mejores fotos siempre salen cuando capturas a alguien relajado. Por eso para relajarse y sentirse a gusto.
Si al momento de sacar la foto piensas: "Ya sé que voy a salir horrible", sin duda la foto coincidirá con tu expresión. Pero si piensas: "Esta será bonita", tu expresión mejorará.
Confía en el espejo y haz las pruebas necesarias con tu cámara digital, verás cómo en tus próximas fotos notarás una mejoría abrumadora.
No tengas vergüenza y juega con la cámara.
1, 2, 3… sonríe!!!